Test del dinero
Una guía para reconocer cómo piensas, sientes y te vinculas con el dinero.
Me certifiqué como terapeuta transpersonal en 2013, y con los años descubrí que mi verdadera pasión estaba en crear nuevas realidades.
Por eso decidí sumergirme en el mundo del coaching y certificarme como Life Coach. Pero no fue hasta obtener mi certificación como Money Coach que viví una transformación profunda.
Me certifiqué como terapeuta transpersonal en 2013, y con los años descubrí que mi verdadera pasión estaba en crear nuevas realidades.
Por eso decidí sumergirme en el mundo del coaching y certificarme como Life Coach. Pero no fue hasta obtener mi certificación como Money Coach que viví una transformación profunda.
Trabajar y sanar
mi relación con el dinero
habló tanto de mi historia y de mi forma de vivir, que al comenzar a acompañar a otros tuve que, sí o sí, probar mi propia medicina.
Trabajar y sanar
mi relación con el dinero habló tanto de mi historia y de mi forma de vivir,
que al comenzar a acompañar a otros tuve que, sí o sí, probar mi propia medicina.
Dejé todo lo que hacía hasta ese momento y me replanteé mi vida entera.
Fue un tiempo de muchísima incertidumbre, pero la pulsión por convertirme en una nueva versión de mí misma fue tan fuerte que, aún a “ciegas”, me zambullí en el proceso de reinventarme.
Durante ese tiempo, acompañé
mi proceso con el método Rebirthing
(Renacimiento), una práctica de respiración consciente
que me reveló una sabiduría interna que antes no sabía escuchar.
Respirar marcó un antes y un después.
Dejé todo lo que hacía hasta ese momento y me replanteé mi vida entera.
Fue un tiempo de muchísima incertidumbre, pero la pulsión por convertirme en una nueva versión de mí misma fue tan fuerte que, aún a “ciegas”, me zambullí en el proceso de reinventarme.
Durante ese tiempo, acompañé
mi proceso con el método Rebirthing
(Renacimiento), una práctica de respiración consciente
que me reveló una sabiduría interna que antes no sabía escuchar.
Respirar marcó un antes y un después.
Antes me frustraba porque,
aunque entendía mis patrones y sabía de dónde venían, no lograba dejar de reaccionar ante ellos. La respiración logró unir, dar espacio y contener eso que desde la mente nunca había podido.
Hoy sé que la respiración tiene una forma maravillosamente compasiva de sanarnos y reconectarnos con nuestra divinidad. Al respirar, se vuelve posible soltar lo que nos duele y crear espacio para una versión más consciente, libre y amorosa de quienes somos.